La Amazonía se seca, se quema y se inunda. Esto no solo impacta a los ecosistemas sino a su población. Un nuevo estudio detectó que entre 2013 y 2023 esta región registró más de 12.500 desastres climáticos —entre inundaciones, deslizamientos de tierra, incendios, tormentas y sequías— que afectaron a más de tres millones de personas en un solo año y dañaron miles de obras de infraestructura pública.